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Síndrome de Alpers-Huttenlocher
Definición de la enfermedad
El síndrome de Alpers-Huttenlocher (SAH) es una cerebrohepatopatía y una forma grave y poco frecuente del síndrome de depleción del ADN mitocondrial (ADNmt) caracterizada por la tríada de regresión progresiva del desarrollo, crisis intratables y fallo hepático.
ORPHA:726
- Sinónimos:
- Degeneración neuronal progresiva de la infancia con enfermedad hepática
- Polidistrofia esclerosante progresiva de Alpers
- Síndrome de Alpers
- Prevalencia: <1 / 1 000 000
- Herencia: Autosómico recesivo
- Edad de inicio o aparición: Infancia, Adolescencia, La edad adulta
- CIE-10: G31.8
- OMIM: 203700
- UMLS: C0205710
- MeSH: D002549
- GARD: 5783
- MedDRA: 10062943
Resumen
Epidemiología
La incidencia estimada del SAH está entre 1/100.000 y 1/250.000.
Descripción clínica
Por lo general, el desarrollo es normal hasta el inicio de la enfermedad y la forma de presentación es altamente variable. La edad más común de inicio está entre los 2-4 años (varía de los 3 meses a los 36 años). Las crisis (principalmente focales, tónico-clónicas o mioclónicas generalizadas secundarias) son con frecuencia la presentación característica,, evolucionando a estado epiléptico focal, epilepsia parcial continua, y/o epilepsia mioclónica multifocal. Las crisis pueden responder inicialmente al tratamiento pero, por lo general, se hacen intratables. También son comunes los dolores de cabeza, las alteraciones visuales y los trastornos del movimiento (p.ej. mioclono y coreoatetosis). La mayoría de afectados desarrolla ataxia cerebelosa. Muchos presentan neuropatía periférica, que se hace progresivamente más común en niños mayores y adultos jóvenes. La pérdida de la función cognitiva progresa a velocidad variable (regresión rápida observada durante las enfermedades infecciosas) con manifestaciones que incluyen somnolencia, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de habilidades lingüísticas y déficits de memoria, concluyendo en demencia y pérdida visual. Asimismo, se ha descrito la afectación gastrointestinal (p.ej. dificultad para tragar, alteración de la motilidad intestinal). La enfermedad hepática puede pasar desapercibida durante años antes de la primera exacerbación aguda, pero puede constituir el primer síntoma de presentación en algunos niños. El curso clínico tanto de las anomalías cerebrales como las hepáticas es, con frecuencia, episódico con exacerbaciones agudas seguidas por períodos de recuperación parcial.
Etiología
El SAH es debido a mutaciones en el gen de la gamma polimerasa (POLG) (15q24). Este gen codifica para la subunidad gamma-1 de la ADN polimerasa, que está implicada en la replicación y reparación del ADNmt. Los factores de estrés ecogenéticos y epigenéticos, incluyendo las infecciones incidentales y los fármacos como el ácido valproico, pueden acelerar el inicio de los síntomas y modificar el desarrollo del fenotipo.
Métodos diagnósticos
El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y de laboratorio. Los hallazgos del electroencefalograma incluyen crisis explosivas con predominancia de descargas epileptiformes asimétricas del lóbulo occipital, evolucionando hacía epilepsia parcial continua o estado epiléptico. Los estudios de neuroimagen pueden mostrar pérdida/gliosis neuronal y atrofia cerebral generalizada. Se han observado deficiencias de la cadena respiratoria mitocondrial y bajos niveles de ADNmt en hígado y músculo a medida que la enfermedad progresa. El análisis genético molecular revela una mutación en POLG que confirma el diagnóstico.
Diagnóstico diferencial
Los diagnósticos diferenciales son numerosos, siendo algunos ejemplos las fenocopias de la enfermedad causadas por mutaciones en el gen C10ORF2 (10q24), que puede causar oftalmoplejía externa progresiva autosómica dominante (adPEO), así como por mutaciones recesivas que pueden dar lugar a otros fenotipos que pueden solaparse con el SAH. Otros trastornos incluyen la ceroidolipofuscinosis neuronal infantil, la ceroidolipofuscinosis neuronal infantil tardía, MERRF y MELAS. Otros trastornos asociados a POLG incluyen el síndrome de ataxia mitocondrial recesiva (MIRAS), el espectro de neuropatía atáxica (EAN), y el PEO autosómico recesivo.
Diagnóstico prenatal
El diagnóstico prenatal es posible en familias con una mutación conocida causante de la enfermedad.
Consejo genético
El SAH sigue un modo de herencia autosómico recesivo. El asesoramiento genético es posible.
Manejo y tratamiento
No existe cura para el SAH y el tratamiento es sintomático y paliativo. Para el manejo de las crisis epilépticas se prescribe la terapia anticonvulsiva aunque no siempre resulta efectiva. El ácido valproico está contraindicado, ya que puede desencadenar o agravar la enfermedad hepática. Puede ofrecerse la terapia ocupacional, física y/o logopedia para mantener la función neurológica tanto tiempo como sea posible. A medida que la enfermedad progresa puede ser necesaria la colocación de una cánula de traqueotomía, la ventilación artificial y la alimentación por gastrostomía.
Pronóstico
El pronóstico es grave con una esperanza de vida que oscila entre los 3 meses y los 12 años después el inicio de la enfermedad.
Información detallada
Artículo para público en general
Artículo para profesionales
- Artículo de revisión
- English (2013)
- Artículos de revisión de genética clínica
- English (2014)
Información adicional